La contaminación ambiental es un fenómeno que afecta directa e indirectamente la salud de las poblaciones, no sólo de seres humanos, pues también altera el equilibrio de los ecosistemas. En general, las personas y los animales de vida silvestre están expuestos a mezclas de más de dos sustancias tóxicas.
Por lo tanto se sabe que la
mayoría de los seres vivos residen en áreas donde la contaminación ambiental es
superior a los límites establecidos como saludables.
Por otra parte, la contaminación ambiental tiene
graves efectos sobre la salud de los seres vivos. Dependiendo del nivel de
exposición, la contaminación ambiental puede provocar desde síntomas simples
como la tos y la irritación del tracto respiratorio hasta afecciones agudas
como el asma y las enfermedades pulmonares crónicas.
Según la OMS, más de una cuarta
parte de las defunciones de niños menores de cinco años son consecuencia de la
contaminación ambiental; se calcula que unos 570.000 niños menores de cinco
años fallecen como consecuencia de infecciones respiratorias causadas por la
contaminación del aire.
Medidas para vivir en entornos
saludables
- Hogares: usar combustibles no contaminantes para la cocina y la calefacción, sin mohos ni plagas, y eliminar los materiales de construcción contaminantes y las pinturas que contienen plomo.
- Escuelas: garantizar el saneamiento y la higiene, crear entornos sin ruido ni contaminación y promover una buena nutrición.
- Centros de salud: garantizar el abastecimiento de agua potable, el saneamiento, la higiene y el suministro eléctrico sin cortes.
- Urbanismo: crear más zonas verdes y espacios seguros para los peatones y los ciclistas.
- Transporte: reducir las emisiones y ampliar el transporte público.
- Agricultura: reducir el uso de plaguicidas peligrosos y erradicar el trabajo infantil.
- Industria: eliminar adecuadamente los residuos peligrosos y recortar el uso de productos químicos nocivos.
- Sector de la salud: hacer un seguimiento de los resultados sanitarios y educar a la población sobre los efectos de la salud ambiental y la importancia de la prevención.
Finalmente en el marco de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS), los países están trabajando para alcanzar una
serie de metas que pueden orientar las intervenciones en materia de higiene del
entorno en que viven los niños y poner fin a las muertes prevenibles de los
recién nacidos y los niños menores de cinco años de aquí a 2030. Además del SDG
3 («Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las
edades»), el logro de otros ODS permitirá mejorar el acceso a agua salubre, el
saneamiento y la higiene; llevar a cabo la transición a energías no
contaminantes para mejorar la salubridad del aire, y revertir el cambio
climático, unas metas que, sin embargo, tendrán efectos positivos en la salud de
los niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario